Llegó el momento decisivo. Una de las decisiones más importante del año para cualquier bodega, y para cualquier vino, es decidir el momento idóneo de la vendimia. Y es que, tras muchos meses de evolución de nuestras viñas y de nuestras uvas, es en estos últimos días donde los cambios son más drásticos y donde 10 días más o menos de maduración, puede hacer que la añada pase de regular a excelente o viceversa.
Este año ha sido, en el aspecto meteorológico, un año cálido bastante típico en nuestra zona geográfica. Un invierno suave y muy seco, seguido de una primavera suave y poco lluviosa (en ella se concentran la mayoría de las lluvias del año), y un verano cálido y seco. Excesivamente cálido. Agosto ha sido más suave, y con tormentas veraniegas. Estas tormentas generan ligeras bajadas de temperatura, y pequeños aportes de agua al viñedo (muy estresado por un verano tan seco y cálido) que ayudan mucho a la maduración final de las uvas.
La vendimia será ligeramente inferior a la del año pasado y con uvas de muy buena calidad, especialmente en los viñedos más viejos. Esto ocurre porque esas plantas son capaces de autorregularse de una manera muy eficaz ante un verano tan cálido y seco.
Las semanas siguientes serán de tormentas ocasionales, por lo que es complicado fijar el día de comienzo de la vendimia, pero seguramente rondará la tercera semana de Septiembre para nuestras viñas más tempranas y la primera semana de octubre para nuestras garnachas más viejas y tardías.
BIENVENIDA VENDIMIA!!!!
Si os apetece saber como cuidamos nuestras uvas hasta conseguir Viñajesusa y Sedro, no dejéis de venir a descubrirlo.